Coaching, Psicología

El Propósito, la fuerza del cambio Modifica y crea hábitos, asegurándote que sean a tu medida.

¿Te suena familiar que cuándo quieres un cambio en tu vida, te apresuras y te presionas a ti mism@ para lograr a toda costa conseguir tu objetivo, sin antes conocer tus propio ritmos, características y verdaderas necesidades?

Por cambios más fluidos y más satisfactorios en tu vida

Te invito a seguir ésta sencilla guía para que cuando te digan ¿Cambio? No pienses en que será difícil, perderás la motivación o posiblemente abandonarás todo esfuerzo invertido.

Quizás todo lo contrario, tus  propios procesos de cambio, pueden ser el sustento principal que incidirá profundamente en tu autoestima, sensación de logro e intentos de cambios futuros.

Primero el PARA QUÉ, después todo lo demás 

Antes decidir cambiar, o crear o modificar un habito, date un momento para esclarecer las razones detrás de aquello que deseas. Recuerda, si la razón que te motiva es superficial, también lo será la estrategia que utilices para lograrlo. 

El propósito o para qué quieres ir allí, será la piedra angular y el factor determinante para que consigas lo que quieres y la sensación subjetiva relacionada a ello pasará del “esfuerzo” o “sacrificio” al fluir de una manera sana y armónica con el cambio.

Entonces,

¿Cuáles son las razones detrás de aquello que quieres modificar o crear?

¿Para qué quieres hacerlo?

¿Qué obtendrás?

Utiliza tu experiencia PRESENTE, dándole consciencia

De la misma forma que no hay un mañana sin un hoy, no es posible saber qué hacer para llegar allí, si no se como llegue aquí. Somos esencialmente lo que hacemos, por lo que es importante develar las razones y funciones que se esconden detrás de lo que haces HOY.

  • En este punto puedes preguntarte:

¿Cuál es la función que está cumpliendo aquello que hago?

¿Para qué lo sigo haciendo?,

¿Qué resultados me ha trae?

¿Me siento satisfech@ con su resultado?, si no es así,

¿Qué creo que puedo hacer para obtener lo que quiero?

Si se sigue la lógica de la motivación, toda conducta es motivada por una recompensa que anticipas vas a conseguir, por ende, si has seguido haciendo lo que llevas haciendo,  significa que también obtienes de aquello una recompensa que tu mente subconsciente está visualizando de manera positiva.

Algunos ejemplos: darme amor o cariño con excesos,  alivio momentáneo en vez satisfacción a largo plazo, evadir por sobre transitar la incomodidad y conocer los recursos personales,  etc.

Si deseas más consciencia y un impulso que te sirva para tomar una decisión respecto al curso que está tomando tu vida, te invito a develar las funciones de lo que estás haciendo HOY con sus respectivos resultados.

QUERER es diferente a TENER QUE

Estamos inmersos en una sociedad y cultura, donde existen modelos o arquetipos bien definidos con respecto a lo que es bueno, correcto o admirable. Estas categorías están impresas en nuestra mente subconsciente, es decir, hay veces que ni siquiera nos damos cuenta de que las tenemos y de que operamos en base a ellas. Por lo que es esencial, develarlas y preguntarte si, ¿Eso que deseas es realmente lo que quieres o sientes que tienes que hacerlo…?

Cuando te das la oportunidad de desprenderte del deber ser y te das el permiso de emocionarte con algo que realmente deseas, es cuando la dirección a tomar fluye en vez de obstaculizarte.

La INTENCIÓN difiere de la ACCIÓN

Al inicio de todo proceso de cambio, esto es, cuando registras el impulso que te lleva a concebir un plan, existe lo que se conoce como intencionalidad previa, a cada acción.

Cuando esa intencionalidad, se “congela”, esto es, cuando luego de crear una especie de agenda mental, terminas no haciendo lo que te propusiste, ocurre un fenómeno que muchos ya conocen, que se llama procrastinación y que implica un enorme gasto de energía.

A nivel cerebral, lo que postergas influye en el desempeño de las funciones ejecutivas (pensar, razonar, procesar la información, decidir, etc.) Es decir, mientras no se logre cumplir con el objetivo, seguirás consumiendo esa  energía, lo cual explica la sensación de pesadez,  (mientras el tema sigue en la mente) y de alivio, (cuando al concluirlo, lo liberas s de dicho esfuerzo).

Ya sea que desees tener una vida más  saludable, sentirte mejor, comenzar  a hacer ejercicio, levantarte más temprano, dejar de fumar o lo que fuere, te puedes apoyar en las siguientes guías para  pasar de la intención a la acción, evitando ese enorme gasto de energía, con lo siguientes 8 puntos:

Déjale ESPACIO a lo NUEVO

Antes de comenzar un nuevo cambio, termina aquello que aún tienes inconcluso. Para ello, puedes hacer una lista con todo lo que has dejado pendiente y decidir uno a uno, si  hacerlo, terminarlo o firmemente cerrarlo y empezar una página en blanco,  con esto evitarás seguir desperdiciando tu valiosa energía en aquello que ya no fue y, comenzar a utilizarla en lo que SÍ puede ser.

DECIDE tomar una DECISIÓN

Tomas la decisión cuando sientes la convicción real de hacerlo, tienes claras tus razones y lo declaras explícitamente. Decidir será el rito de iniciación,  aquí puedes hacer un ritual con velas e inciensos, una carta o decreto como símbolo explícito de que has comenzado el proceso decididamente.

CUIDA tu RELACIÓN con el CAMBIO

La meta, la recompensa o el objetivo que me te has propuesto, se convierte rápidamente en una relación más. El tipo de relación que estableces, determinará el cuánto y el cómo de aquello recibirás.

Por ejemplo, si tu recompensa es el dinero, deberías cuidar de la relación que tienes con él, las definiciones que manejas con respecto a él, como hablas de él, cómo lo utilizas, etc. También es propicio mantener un clima armónico en relación a ello, cuidando el ambiente en el cual está teniendo lugar dicho cambio así como las relaciones que se pueden ver afectadas, etc.

Mantente FLEXIBLE

Cuando comienzas a actuar, empiezas a conocer tus ritmos, por lo que es fundamental, sobre todo en un inicio, mantenerse lo suficientemente abiert@ para flexibilizar y ampliar el rango de las posibilidades de acción. Si es así, podrás fácilmente cambiar de ruta cuando sea necesario, hay muchas vías para llegar al mismo destino y parte del proceso es ver cuál ruta se ajusta más a tus capacidades y necesidades.

ENAMÓRATE de tus IDEAS

Para ir transformando el pensamiento,  idea o este sueño en algo real y tangible,  es necesario que pase por un proceso alquímico de transformación, es decir, que esté presente el fuego, la pasión, las ganas, el  entusiasmo con  aquello que deseas.

Para mantener viva tu motivación, puedes utilizar herramientas que te sirvan de apoyo para decirle a la mente qué es eso lo que si quieres, puedes imaginar o VISUALIZAR cómo te verás o te sentirás cuando logres tu objetivo, también podrías utilizar afirmaciones o recordatorios en posticks, crear una  vision board, hacer un altar o sea lo que sea que te permita mantener vivo tu deseo, tu objetivo, tu para qué.

DISFRUTA y RECOMPÉNSATE en el PROCESO 

Mantener tus recompensas activas al mismo tiempo que te entregas a disfrutar del proceso de conseguirlas. Aquí, puedes comenzar a darte pequeñas recompensas con cada pequeño movimiento realizado para lograrlo. Por ejemplo, si tu decisión fue hacer ejercicio, ya podrías comenzar a felicitarte por haber encontrado un lugar donde realizarlo o haber ido a comprar la ropa con la cual te sentirás más cómod@ haciéndolo.

CUIDA Y FORTALECE tu VALOR PERSONAL

Felicítate y alégrate con cada pequeño logro, valora tanto tu esfuerzo y tus ganas día a día, así como los días cuando tu mente y tu cuerpo se resisten.

Es indispensable descansar, darse espacios de relajo y distención, fuera del objetivo que te hayas establecido. Puedes ver una película o salir a tomarte un café con una amig@ después de tu primer día de acción. Es esencial, tener la capacidad de tomar y soltar, soltar y tomar el objetivo, dándote el espacio suficiente para ir procesando y adecuándote a los cambios propuestos.

DILE ADIÓS AL PERFECCIONISMO: los ERRORES son tu FUENTE DE APRENDIZAJE

Para aprender a caminar como lo hacemos hoy, nos tuvimos que haber caído un montón de veces, pasa lo mismo con todo lo nuevo y, es precisamente fuera de tu zona cómoda dónde está el cambio y la evolución. Dile adiós al perfeccionismo, entendiendo que errar es parte del proceso  y es exactamente aquello lo que te entregará el feedback necesario para crecer y avanzar.

NOTA FINAL

Puede ser útil a veces recordar,  que si no le pones un freno a aquello que llevas haciendo y que no te está entregando los resultados que verdaderamente deseas, seguirás actuando en modo piloto automático y, más tarde que temprano te darás cuenta que no has estado utilizando tu limitado tiempo como realmente querías.

Decidir cambiar, desafiarse a sí mismo, es conocerse, estimular el cerebro, cuidarse y ser feliz. Para ello, es imprescindible conectar con tu propósito, mientras más estimulante sea tu para qué, más impulso, entusiasmo y goce en el proceso obtendrás.

Con cada nuevo paso, exploración y experimentación, más aumentarás tu autoconocimiento y sentido de propósito, más señales del qué, cómo, dónde, o con quién, irás develando.

Esto es magia, y sucede cuando estas alinead@ con tus verdaderos deseos y necesidades, por lo que si deseas cambiar algo en tu vida, hazlo  porque real y profundamente quieres y no porque alguien o algo más te haya dicho o hecho creer que tienes que cambiarlo.

Sé tú el Cambio que quieres ver en el mundo.

Obtén La hoja de ejercicio Yo Soy el Cambio aquí para practicar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *